FATIGA LABORAL y la Forma de PREVENIRLA

La fatiga es una de las principales causas de bajo rendimiento en el trabajo.
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Por: Claudia Marcela Neisa C. Psicóloga Ocupacional UNIVERSIDAD EL BOSQUE

Identificación y Prevención

Pero, ¿por qué es importante que la empresa identifique la fatiga como un riesgo psicosocial y establezca actividades de prevención de la misma? Porque directa o indirectamente la fatiga puede generar accidentalidad, enfermedad profesional, pérdida de material, daño en equipos, disminución en la productividad, disminución de la calidad del producto o servicio, falta de motivación hacia el trabajo, falta de pertenencia hacia la organización, altos niveles de ausentismo laboral y de llegadas tarde al trabajo, salidas temprano del trabajo, un clima laboral inadecuado e incluso podría llegar a tornarse “contagiosa” lo cual puede hacer que la empresa sea una “organización fatigada”.

El área de Salud Ocupacional es quien debe encargarse de hacer una evaluación en sus empleados, identificar la fatiga como un riesgo psicosocial, plantear estrategias que le permitan al trabajador disminuir la probabilidad de presencia de fatiga y vigilar que éstas sean cumplidas por los trabajadores, los jefes y los supervisores porque, como cualquier cambio organizacional, generalmente las actividades que se implementan para responder ante este aspecto generan rechazo o resistencia.

Dentro de las acciones que pueden prevenir la presencia de la fatiga se encuentran: el rediseño del ambiente de trabajo, la reestructuración o modificación de los elementos que conforman el puesto de trabajo, la forma como se analiza y se organiza la información propia de las funciones de cada trabajo, la distribución de tiempo en el trabajo, la presencia de pausas y/o descansos necesarios para nivelar la capacidad de funcionamiento del trabajador (que deben caracterizarse por aislarse física y mentalmente de todo lo relacionado con la actividad laboral).

Así mismo, debe velar porque existan estrategias individuales para afrontar y prevenir la fatiga como poseer buenos hábitos alimenticios, organizar adecuadamente el tiempo, tener un descanso adecuado, realizar ejercicio frecuentemente, no consumir sustancias energizantes ni otro tipo de sustancias que activen el Sistema Nervioso Central, etc.

Sobre este aspecto, y teniendo en cuenta todos los elementos que se mencionaron anteriormente, es importante concluir que “la fatiga es mejor prevenirla, que sentirla”.